jueves, 24 de mayo de 2012

en el fondo de la calle


En el fondo de la calle

En el fondo de la calle los edificios mueren altos en el cielo celeste como la bandera. Lejos, muy lejos se ve la esa casa de color de algodón de azúcar teñido.  Los árboles,  algunos cerca y otros lejos, verdes y marrones como el otoño, nacen y mueren. 
Un edificio público se traga hombres y mujeres  que corren como cheetas por la calle de cemento gris como las nubes. El olor  repulsivo del humo de los autos, camiones y colectivos. El ruido del tren que aturde a las palomas que vuelan en busca de alimento por las calles pobladas de corredores de autos. Los oídos se aburren de escuchar siempre los mismos insultos y quejas de los transeúntes.
Raúl Gonzales tuN(enie)on

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